Ir al contenido principal

Resumen de la Deontología de los Abogados: UNA GUÍA PRÁCTICA:

 


El Estatuto General de la Abogacía Española (Real Decreto 135/2021) es una brújula para los abogados, especialmente para quienes dan sus primeros pasos en la profesión. Este documento no solo actualiza las normas que rigen la abogacía, sino que pone un énfasis especial en la deontología profesional, es decir, en los valores y principios éticos que deben guiar el día a día de un abogado. A continuación, te ofrezco un resumen práctico de lo que significa ser un abogado ético en nuestros días, según este marco normativo.

 

1. ADAPTARSE AL CAMBIO: LA ABOGACÍA EN UNA SOCIEDAD DIGITAL Y SOCIALMENTE COMPROMETIDA:

Vivimos en un mundo que no para de transformarse, y la abogacía no se queda atrás. El Estatuto reconoce que las nuevas tecnologías y los cambios sociales (como la igualdad de género o la digitalización de la justicia) moldean la profesión. Pero no solo se trata de subirse al tren de la modernidad: los abogados tienen un compromiso con la acción social. Por ejemplo, los colegios de abogados pueden organizar servicios gratuitos para personas en situación de vulnerabilidad, reforzando el papel de la abogacía como pilar de la justicia social.

 

2. LA IMAGEN DEL ABOGADO: VALORES QUE MARCAN LA DIFERENCIA:

El Estatuto pinta un retrato claro del abogado ideal: alguien que actúa con independencia, libertad, dignidad e integridad. Estos no son solo palabras bonitas; son principios que deben reflejarse en cada decisión profesional. Por ejemplo, un abogado debe ser libre de presiones externas, mantener la dignidad incluso en situaciones tensas y actuar con integridad, evitando conflictos de intereses o prácticas desleales.

NOTAS: No te dejes presionar para tomar un caso dudoso, que te plantea un conflicto ético o moral, ni actúes prevenido constantemente por el cliente. Especialízate y gana profesionalidad, querer abarcar todo el derecho es una falacia y no suma puntos a favor en nuestros días.

 

3. EL DERECHO A LA DEFENSA: UN DEBER ÉTICO:

El corazón de la abogacía es el derecho a la defensa. Los abogados deben garantizar que sus clientes puedan ejercer este derecho constitucional sin obstáculos, actuando con lealtad, buena fe y prudencia. Esto incluye mantener una relación de confianza con el cliente y asegurarte de que tu trabajo no se vea comprometido por presiones externas.

NOTAS: Se respetuoso pero firme, y prepara bien tu caso para defender los intereses de tu cliente sin caer en estrategias poco éticas. Eres un profesional independiente para establecer tu estrategia y libre para rescindir el contrato con tu cliente por pérdida de confianza.


4. EL SECRETO PROFESIONAL: UN ESCUDO CASI SAGRADO:

El secreto profesional es una de las joyas de la corona de la abogacía. Como abogado, tienes el deber (y el derecho) de no revelar lo que tu cliente te confíe, salvo en casos excepcionales previstos por la ley.

NOTAS: Si un cliente te cuenta detalles sensibles, guárdalos bajo llave (literal y figuradamente). Usa sistemas seguros para almacenar información y, si trabajas online, asegúrate de que tus plataformas cumplan con las normas de confidencialidad. Si alguna autoridad intenta presionarte para que reveles algo, recurre a tu colegio profesional.

 

5. TRANSPARENCIA: CLARIDAD EN TODO MOMENTO:

La transparencia es un valor estrella en el Estatuto. Como abogado, debes ser claro con tus clientes sobre los costes, la viabilidad de sus casos y el estado de sus procedimientos. Esto incluye emitir facturas detalladas, usar hojas de encargo para acordar honorarios y evitar publicidades engañosas.

NOTAS: Antes de empezar un caso, entrega a tu cliente una hoja de encargo con los honorarios estimados y explica los riesgos del proceso. Si usas redes sociales para promocionarte, sé honesto sobre tus especialidades y evita promesas exageradas. Y no te olvides de actualizar a tu cliente sobre cada paso importante del caso. Comparte los escritos procesales para que pueda visarlos y cuídate de sus contradicciones con una información clara y veraz de cada paso dentro del proceso.

 

6. FORMACIÓN PERMANENTE: CRECER COMO PROFESIONAL Y COMO PERSONA:

La abogacía no es un título que cuelgas en la pared y ya está. El Estatuto insiste en que la formación continua es un derecho y un deber. Esto no solo implica estar al día en leyes y técnicas jurídicas, sino también en los principios deontológicos.


CONCLUSIÓN: UNA ABOGACÍA MODERNA Y ÉTICA:

El nuevo Estatuto es más que un reglamento; es un compromiso con una abogacía que combina tradición y modernidad. Los abogados de hoy deben ser expertos en leyes, pero también en valores éticos que refuercen la confianza de la sociedad en la profesión. Desde la defensa del secreto profesional hasta la promoción de la acción social, pasando por la transparencia y la formación continua, el Estatuto te da las herramientas para ser un abogado no solo competente, sino también íntegro.

EN LA PRÁCTICA: Lleva estos principios en el bolsillo. Cada vez que enfrentes un dilema, pregúntate: ¿estoy siendo independiente? ¿Estoy respetando el secreto profesional? ¿Soy transparente con mi cliente? Si la respuesta es sí, estás en el camino correcto para ser un abogado que no solo gana casos, sino que también honra su profesión.

Comentarios

LO MAS LEÍDO

LA HOJA DE ENCARGO: Un acuerdo esencial entre abogado y cliente

La hoja de encargo es mucho más que un simple documento: es el pilar que sustenta una relación profesional clara y sólida entre el abogado y su cliente. Olvídate del apretón de manos, antes de comenzar a actuar por cuenta de un cliente, suscribe una hoja de encargo que regule todas las obligaciones que asumirás, las de tu cliente y las prevenciones que debe tener en cuenta. ¿CUÁL ES SU CONTENIDO? Identificación de las Partes : Además de los datos personales, ofrece y recaba todos los datos de contacto que faciliten la localización del Cliente. Identifícate con tu número de colegiado y colegio al que perteneces. Objeto del Encargo : Describe de manera precisa el objeto del encargo, evitando vaguedades. Especifica si se trata de la redacción de un contrato, la negociación de un acuerdo extrajudicial, un divorcio, un desahucio, etc, evitando generalidades como decir simplemente “asunto civil”. Requisito de MASC : Es nece...

PASANTÍA: Mi primera experiencia en un bufete.

  Es la primera vez que cuento esto, pero creo que voy a compartirlo en el mejor lugar que podía hacerlo, entre compañeros. Mi primer día en un despacho de abogados.  Acaba de llegar a Madrid. Venía de Granada. Había disfrutado de Madrid muchas veces, pero no como lugar de residencia y trabajo. Ahora daba comienzo allí a mi carrera profesional.  Mi cara de novata mi primer día en el bufete debía de ser un poema, pero traté de guardar mis inseguridades en el rincón más profundo de mí misma. Tenía muy claro que no podía ser el problema de nadie, tampoco podía desaprovechar aquella oportunidad. Por eso, asentía a cuánto me decían tratando de que no se me escara nada. Aquella mañana me encomendaron repasar todos los expedientes activos y llamar a los procuradores y compañeros para ir dando impulso a los temas. Ninguna aclaración al respeto. Me dejaron sola en una sala abarrotada de papeles. Abrí las primeras carpetas y fui pasando los folios, procedimiento monitori...

TU DESPACHO: Mantén una organización eficiente

  La gestión de tu despacho requiere habilidades organizativas, técnicas y legales para ofrecer un servicio profesional, eficiente y conforme a la normativa vigente. La gestión del calendario, el control y seguimiento de las notificaciones, de los expedientes, mantener informado al cliente y la facturación son el pan nuestro de un despacho exitoso y bien estructurado, por lo que debes convivir con estas realidades de forma natural y eficaz, implementando una organización rutinaria en tu día a día, como veremos a continuación:   1. La gestión del calendario Un abogado debe llevar un control estricto de los plazos procesales, las citas con clientes y otras obligaciones profesionales. La falta de organización puede tener consecuencias muy graves, como la preclusión de algún plazo por el que se pierda de posibilidad de efectuar alegaciones, aportar pruebas, etc., comprometiendo gravemente los derechos del cliente y la diligencia profesional. Es natural que puedas sufrir cierto est...